El ¿por qué ser médico?, aun no lo sé, dentro de mi familia no hay esa “estirpe” o tradición de ser médico, pero es algo que ya lo sentía, quería algún día ser médico, de forma romántica para ayudar a los demás, de forma científica para saber cómo funciona el cuerpo, de forma interesada por que quería tener dinero ( jajaja, vaya tomada de pelo que me dio la vida después), en mi niñez me quedaba la duda sobre la muerte de mis abuelos, el caso de la abuela solo recuerdo fiebre, tos, dificultad para respirar, la llevaron con el médico de la familia, en el que confiábamos todos, el que nos resolvía por su sabiduría y humanidad, recuerdo que cuando salieron de la consulta mi madre nos dijo, vamos a llevarla al seguro, tiene que estar hospitalizada, fue la última vez que vi a la abuela, por ser menor de edad no podía entrar a su cama en el IMSS, posteriormente falleció, ya en cuarto año de la facultad pues supe que había muerto por causa de la neumonía, el abuelo lo recuerdo que había episodios de convulsión, gritaba, mi hermana lo auxiliaba, lo llevaron al médico, ese mismo médico que igual revisaba al adulto, al niño, al anciano, escuche que solo dijo llévenlo a casa, y acompáñenlo, unas horas después el abuelo había muerto, pero…. ¿cómo sabia aquel medico al que yo admiraba que el abuelo ya iba a morir?, porque no le hizo nada en ese momento, eran pensamientos encontrados, gratitud y en cierta forma hasta enojo, aunque sea una inyección le hubiera puesto, pensaba, ahora hago un análisis en retrospectiva, y el abuelo ya no tendría esperanza ni calidad de vida, alcohólico crónico, 90 años tal vez, y esas convulsiones eran ni más ni menos que síndrome de stokes adams, por un bloqueo de tercer grado, (tampoco teníamos los recursos para que le pusieran un marcapasos) y fallece en la casa, acompañado de toda la familia, y ahora agradezco al médico por esa decisión y el confort que no causo verlo morir y estar en compañía de la familia, esos episodios en mi vida fueron fortaleciendo ese deseo de ser médico, lo cual lo logro gracias al trabajo de mis padres y mío, y finalmente termino como médico cirujano y partero, por cierto, en la facultad me dio clases el medico que trato a mis abuelos, y viene la parte más deseada por casi el total de médicos que egresamos de la facultad…… hacer una especialidad, para algunos el episodio más triste y frustrante , para otros es alcanzar la meta que nos fijamos desde la facultad, algunos antes, algunos después pero al final es la meta alcanzada, y esa gran pregunta, esa gran decisión, ¿qué especialidad escoger?
A modo personal pensaba en hacer alguna especialidad en la cual no hubiera muchos médicos (mucha competencia) y dentro de ellas, encontré medicina de emergencias, y la escogí como opción cuando me inscribí al examen nacional de residencias, seré sincero, en ese momento me llamo la atención que son invasivos, resucitaban pacientes, y que resolvían casos sin tener la historia clínica ya que la mayoría de pacientes llegan inconscientes, sin familiares o bajo efecto de alguna sustancia, mi visión era prácticamente el área de pacientes traumatizados, accidentes, sangre, adrenalina, y por supuesto que había pocos urgenciólogos en mi estado, pero cuando empecé este maravilloso viaje de la residencia me di cuenta del universo que es la medicina de emergencias o urgencias medico quirúrgicas, ya que es una especialidad de la medicina (al igual que medicina interna, cirugía, traumatología, anestesiología, etc, etc) que engloba conocimientos derivados de todas las disciplinas médicas, concretamente aquellos que deben ser aplicados para resolver situaciones clínicas que no admitan demora.
El medico urgenciólogo cursa la licenciatura en medicina y termina como médico general, posteriormente cursa la especialidad médica en medio hospitalario durante 3 años, avalado por una facultad de medicina y que en nuestro país se certifica ante el consejo mexicano de medicina de urgencias.
Ninguna de las especialidades actuales abarca el amplio abanico formativo que precisa un urgenciólogo.
Iniciar de forma eficiente la atención urgente a todo paciente afecto de un padecimiento agudo. Su actuación, basada en el conocimiento del método científico, concluirá tras la decisión final de caso concluido, de traslado al ámbito de otra especialidad para continuar el tratamiento iniciado o para completar estudio diagnóstico una vez resuelta la situación de riesgo vital.
Este especialista tiene que ser capaz de resolver desde situaciones muy complejas hasta cualquier patología que, aunque fácil de resolver, presupone una especial formación y habilidad.
Dentro de nuestra área de influencia se encuentra el manejo inicial de fracturas como su inmovilización, control del dolor, control de hemorragias e inicio de antibióticos en caso de ser una fractura expuesta, reducción de luxaciones, manejo inicial del traumatismo craneoencefálico aplicando medidas de neuro protección farmacológicas y no farmacológicas. Traumatismos faciales, traumas oculares, lesiones en cuello, trauma de tórax y abdomen (personas con heridas penetrantes por navaja, cuchillos, por proyectil disparado por arma de fuego). Heridas y control de hemorragias.
Podemos también tratar alteraciones metabólicas como descontrol y descompensación de diabetes mellitus (cetoacidosis y estado hiperosmolar), descontrol de la presión arterial alta (urgencia y emergencia hipertensiva) dolor torácico (infarto agudo de miocardio, angina inestable y estable) eventos vasculares cerebrales (embolias y derrames) pancreatitis, insuficiencia hepática (cirrosis) crisis asmáticas, descompensación de enfermedad pulmonar obstructiva (epoc) manejo de pacientes con picadura o mordedura por animales venenosos. Intoxicaciones, quemaduras por fuego, escaldaduras (líquidos calientes) electricidad, golpe de calor, hipotermia. Accidentes en niños.
Manejo del paciente quirúrgico con riesgo de desencadenar arritmias o procesos letales en el quirófano, manejo del postoperatorio en pacientes críticos, traslado de pacientes críticos por vía terrestre o aérea.
Emergencias ginecológicas como preeclampsia y eclampsia formando parte del equipo multidisciplinario a nivel hospitalario.
También dentro de nuestra competencia está la capacitación de personal de salud en el área de las emergencias y urgencias, y capacitación de la población en general sobre la detección de situaciones de riesgo, activación del servicio de emergencias, manejo inicial de situaciones emergentes en casa, oficinas, fabricas, parques, etc.
Actualmente ya llevo 16 años como médico, donde he tenido el honor de ser el primer ser humano que ha visto un recién nacido y el ultimo que ve una persona cuando muere, he visto personas sufrir por sus padecimientos, tratarlos y ver cómo se van a casa caminando, padres sufrir por la enfermedad de sus hijos, pero que finalmente la mayoría de padecimientos se resuelven, he visto a la muerte de frente y la he desafiado, a veces le he ganado (con ayuda de todo mi equipo, por supuesto) pero también la respeto, sé cuándo retirarme y le digo… adelante, mi trabajo ha terminado.
La medicina de emergencias me ha dado la oportunidad de conocer a excelentes personas de las cuales he aprendido muchas cosas, de enseñar a los médicos en formación, y trato de transmitirles mi experiencia, estoy a favor del trato digno y humano del paciente y sus familiares.
Cuando acudan a nuestra sala de emergencias, sin temor a equivocarme, tendrán el más amplio abordaje, disminuirán el riesgo de errores diagnósticos (recalco, se disminuirá el riesgo, ya que existen muchos factores para llegar al diagnóstico acertado), evitaran estar visitando múltiples especialistas en búsqueda del diagnóstico, lo que se traduce en gastos en consultas, tratamientos, estudios innecesarios muchas veces.
En otra ocasión platicaremos sobre otras anécdotas en la vida del urgenciólogo.
Autor : Dr. Gerardo de Jesús García Mendoza.
Medico especialista en Urgencias Médico Quirúrgicas
Jefe de la Sala de Emergencias del Hospital San Lucas